viernes, 18 de enero de 2013

Bien. Esa gran mentira.

Cada día huyes de él, no te gusta, te hace sentir mal, insegura, inestable, débil. Pero hay por todas partes. Tú solo miras al suelo, deseando que desaparezcan todos. Sin embargo, sin querer, levantas la vista y ahí está. Una figura horrible. Demasiado ancha, demasiado imperfecta, demasiado desagradable. Lloras. Te habías prometido no volver a hacerlo por eso, pero no puedes evitarlo. Esa figura repelente eres tú. No buscas la perfección, sabes que nunca la conseguirías, pero eso... El espejo refleja un monstruo, algo que odias y no quieres ser. Llaman a la puerta. Te arreglas el maquillaje, corrido por las lágrimas, con la manga y abres. Te sonríen. Sonríes, pones tu mejor cara.
+¿Qué tal, todo bien?
-Bien, como siempre.