Lloró como mil demonios
el dolor de un corazón que ya no late.
Sangró como un boli su tinta
sobre el papel cada recuerdo.
Soñó como un preso
condenado a pena de muerte.
Pero todo resultó ser
una curiosa metáfora
pues el preso se apenó por la muerte
y ella
murió por la pena.