lunes, 24 de febrero de 2014
'El corazón triste y firme como un soldado'
Ya nadie te hunde, ¿cómo hacerlo? Ya estás perdido. No te encuentras, quizá has llegado a ese punto en que no quieres encontrarte. Puede que te de miedo lo que halles. Demasiado dolor guardado, demasiadas mierdas a las espalda. Tal vez todo se active con las palabras adecuadas y explotes. ¿Quién sabe? Tú no, tú ni siquiera reconoces al que aparece en el espejo. ¿Cuándo aparecieron esas ojeras? No se van a borrar ya, pequeño, forman parte de ti, dejan ver lo oscuro de tu interior. Qué más da, a nadie le importa, ¿verdad? Para qué preocuparse por una persona que es una granada, por una persona que en cualquier momento, cualquier día, va a estallar. Elegiste estar solo para que no hubiera víctimas cuando eso ocurra. Y así estás, café y cigarro en mano, mirando por la ventana ese cielo gris nostálgico que tan bien te define.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)